marzo 21, 2008

marzo 13, 2008

El Pendejo de las Reebok (o "Una aproximación a la porno-pobreza")

El diego empezó a tener problemas. Al principio fueron las notas, las malas notas, y luego la asistencia. No iba nunca a clases y terminaba haciendo la cimarra todos los días, y se juntaba con los cabros, macheteaban unas monedas y terminaban en la plaza, empinándose una cerveza, o fumándose un paragua. Callejeaba la tarde, y llegaba ya de noche a la casa. Se peleaba con su vieja, y le gritaba. Sus hermanos chicos lloraban, y a él, le daba lo mismo. Ver esa escena ya le era común y no le molestaba. Muy pocas veces le molestó, de hecho. Solo las primeras veces, cuando creyó, tras el estallido de platos quebrados y fuertes portazos secos, que la situación se le podía ir de las manos. Esas fueron las discusiones más descontroladas y violentas que tuvo con su familia. Por suerte –si es que se puede decir que alguna vez hubo suerte- todo terminó ahí. Luego desconoció a su gente. Llegaba a la casa, solo cuando tenía ganas de llegar, y se encerraba en la pieza, y se ponía el personal o prendía la tele. Ignoraba a su vieja y sus reclamos, y sus gritos, y los gritos de sus hermanos más chicos, y poco a poco, el hecho de ver todas estas escenas de violencia, todos esos gritos desesperados de madre, le empezaron a parecer parte del escenario natural que era su casa.

marzo 04, 2008

a propósito de lo anterior

Una gran frase.
Ante la imperiosa necesidad de un proyecto -si es que realmente se necesitara uno-, la idea mítica de los ídolos y los heroes malditos, se puede descartar de la siguiente forma:

"(...) en cuanto a la matriz de acción radical, donde la negación del mundo corre pareja con nuestra redención personal: la reinvindicación del reventado, del bombero loco, del saltimbanqui, del anti-urbano, despiertan ahora más curiosidad que identificación. Artaud, Borroughs, Hendrix y cía. no son modelos de imitación sino, a lo sumo, objetos de estudio[1]."


[1] HOPENHAYN, Martín, "Ni apocalípticos, ni integrados", Ed. Fondo de Cultura Económica, p.65, 1994, Santiago, Chile.