junio 07, 2008

Opala (o "Sobre una obra de Mario Navarro")


Ascanio: Estar tras el volante exige saber ciertas cosas.
Exige saber que tienes deberes que cumplir con los hombres de tu país.
Exige creer en el orden, por que del orden deviene tu progreso.
Estar tras el volante, es estar con una enorme responsabilidad a cuestas.
La maquina perfecta para la dominación.
En un Opala nunca estás solo. Por extensión se convierte en tu segunda casa, tu hogar extraordinario, el lugar donde vives y convives con hombres que creen con firmeza en tu país. Un paréntesis a tu existencia en el tiempo, que te confirma la importancia, la necesidad imprescindible, de ser hombre.
Moverse esta muy lejos de ser una tortura. Por el contrario. Es un derecho y un deber.
Estas en el auto de la ley.
El Opala es en cierta forma eso: ideal para los organismos de seguridad, para las policías, para las centrales de inteligencia.
Motor potente, semi-grande y muy económico.
A veces pienso que no hay placer que se iguale a la sensación de manejar un Opala.