febrero 27, 2009

KAROLE /cerveza /2008

LA VENUS EN EL PUDRIDERO

A mi no me pasa nada con el copete.
Es que tengo familia Rusa,
si,
aunque tu te rías
esa es la cuestión
No cualquiera podría estar en mi lugar
Soy afortunada, lo sé
¿Qué le voy a hacer?
Dios me quiso así, fuerte.
Me encanta la cerveza,
la tengo prohibida si,
pero igual digo,
el pájaro canta hasta morir
y yo tengo la fortuna de ser imbatible.
tomo por que me gusta,
por que el copete es rico
no creo que haya tener otra razón.
tomo por que me gusta,
tomo para calentar los motores,
y derrepente
tomo para no sentirme tan sola

febrero 21, 2009

6.


Lo cierto es que luego de lo que pasó con la Daniela, sus amistades cambiaron. Los niños se juntan con los niños y las niñas se juntan con las niñas. Regla de oro para los pendejos de la escuela, que a esa edad, no querían otra cosa más que jugar fútbol. Correr detrás de una pelota en alguna pichanga interminable, de esas que se organizaban en la multicancha de la junta de vecinos y que duraban toda la tarde, hasta cuando ya se iba la luz del día, y entraba la noche, y la multicancha, precaria, en ese tiempo aún sin luz artificial, se transformaba de pronto en un plano sombrío y lleno de oscuridad en donde no se puede ver ni distinguir a nadie, excepto las sombras y los contornos dibujados de los pendejos futboleros. Sus pequeñas siluetas cansadas, bañadas en el sudor luminoso de la penumbra, en donde solo se siente, en donde solo se escucha el sonido de la respiración, ese sonido casi imperceptible del cuerpo en movimiento, el sonido de los cuerpos rozándose, agitados, jadeantes, trémulos, quizás demasiado cansados.