diciembre 24, 2007
el estadio de piñera
Pero, cosa rara.
No hay concurso abierto de proyectos, ni licitación, ni instancia previa que pudiera transparentar una desición que, al parecer, ya esta tomada. Para el candidato las cosas parecieran estar tan claras que no hay necesidad de discutir. Para qué llamar a licitación si ya sabemos quienes son los mejores. La torta ya está repartida. Piñera, con su eterna sonrisa pegada al rostro, dice que las cosas simplemente hay que hacerlas. Todos en el panel parecen de acuerdo. Si Piñera resulta presidente, el estadio de Mardones va.
El candidato -sólido, entusiasta, fuerte- dice que a los delincuentes hay que desterrarlos de la ciudad, ya que el 70% de la población -la inmensa mayoría de chilenos- es hincha del fútbol.
Mardones bromea y dice que el fútbol es incluso más popular que Piñera.
Piñera entonces se tiene que reír, y prefiere cambiar el tema.
diciembre 21, 2007
diciembre 18, 2007
pj harvey. Plants and Rags*
Ease myself into a bodybag
Plants and rags
Ease myself into a bodybag
I dreamt of a man
He fed me fine food
He gave me shiny things
I dreamt of a man
He fed me fine food
He gave me shiny things
White and black
You looking for the sun boy?
The sun doesn't shine down her
No no no
White and black
You looking for the sun boy?
The sun doesn't shine down her
In shadows
House and home
Who thought they could take away that place?
Outside, and they lead us out quietly
Lead us outside, and the lead us out quietly
House and home
Who thought they could take away that place?
Outside, and they lead us out quietly
Lead us outside, and they lead us out quietly
*PJ Harvey, Dry, 1992.
diciembre 04, 2007
Redolés. Chaos*
una persona se baja del bus
y mira a la que quedó arriba
para hacerle, Chao...
y la que quedó arriba
mira para otro lado
Es penoso cuando una persona se baja del bus
y no mira a la que se quedó arriba haciéndole, Chao
y camina mirando
como en distracción
es rico cuando una persona se baja del bus
y mira de reojo a la que quedó arriba
para hacerle, Chao
y la de arriba mira para abajo
de reojo a la que va por la vereda distraída de reojo
y ambas se descubren y se hacen
Chao...
es fome cuando una persona se baja del bus
y hace chao chao
a la de arriba que hace
chao, chao
¿son posibles otras variaciones?
tarea para la casa
*REDOLÉS, Mauricio, "Bello Barrio" (1987-2003)
diciembre 02, 2007
Loos
Apropósito de los tatuajes, el austriaco era radical. Una persona tatuada o es un presidirario o es un enfermo mental, decía.
Debe ser ésta una de las respuestas más duras y doctrinarias escuchada jamás. Una respuesta al artificio y al ornamento, que a su vez justifica -hoy más que nunca- la necesidad de lo esencial. De lo mínimo.
noviembre 19, 2007
noviembre 11, 2007
sobre los onanistas
En la calle hay un mendigo, un niño pidiendo plata, y dan vuelta la cara. En la micro una señora embarazada, una anciana, y se hacen los dormidos, o miran por la ventana, o siguen leyendo su libro interesante, o hablan por celular, o bostezan, o simplemente evitan andar en micro. Entonces se encierran, y se amurallan.
Hay onanistas en todas partes. El onanismo no distingue sexo, religión, nacionalidad, ocupación, ni gustos culinarios o literarios o musicales o políticos.
Son políticamente correctos, emocionalmente invulnerables y aperrados hasta la médula.
Son intelectuales, pero no son necesariamente inteligentes. Los hay cultos, arrogantes, masturbadores, impotentes, fálico-pensadores, penetradores, izquerdosos, judíos, artistas, vegetarianos, estructuralistas, modernistas, argentinos, e incluso hay algunos que se declaran anónimamente masones. Son hijos ilegítimos de MTV. Son tolerantes, evidentemente. Respetan la diversidad y la diferencia. Son emprendedores y optimistas. Se declaran libre-pensadores. Algunos de ellos son exitosos, otros no tanto. La verdad casi todos son exitosos. El éxito y quien define quién es exitoso, no depende sino de ellos mismos. Y al mismo tiempo dicen ser sencillos y manifiestamente humildes.
Pero hay algo en los onanistas que admiro.
Quizás sea esa olímpica actitud de indiferencia
noviembre 02, 2007
El chiste de varas
Horizonte: Linea imaginaria que se dispone paralela al suelo que se aleja a medida que uno avanza a ella.
octubre 27, 2007
octubre 24, 2007
Arquitéctos y Opinólogos
El tema de la delincuencia y de la seguridad ciudadana es hoy por hoy de gran contingencia. Mientras políticos, periodistas, y opinólogos de todos las formas y colores hacen estudios y encuestas, y discuten y proponen las formas más eficaces para combatir la delincuencia, siguen existiendo diariamente víctimas de este lamentable flagelo. Pareciera por momentos que todos tienen la razón, que todos concordamos en lo mismo y que la solución es cosa tiempo. Pero nada ocurre. Mucho se habla pero poco se hace.
Ante el fenómeno de la delincuencia, la búsqueda de responsables está a la orden del día. No hay ninguna novedad en eso. Ninguna, hasta que periodistas de televisión hacen caer la responsabilidad nada menos que en los arquitectos. El artículo –escrito por un arquitecto- detalla la nota periodística de la cual se extrae el siguiente diálogo.
-Locutora: Y vamos en directo con nuestro contacto en la comuna de Vitacura, quien nos hablará de los contínuos robos que sufren los pobres habitantes del sector.
-Periodista: Buenos días. Acá podemos ver uno de los edificios de vivienda afectados por la creciente ola de robos que afectan a los vecinos de Vitacura.
(Imágenes de una mujer mostrando como elementos arquitectónicos como balcones, barandas, desagües e incluso las mismas rejas sirven e incluso fomentan que los infames ladrones trepen hacia los departamentos para robar lo que con el esfuerzo de una vida los pobres vecinos han conseguido)
-Periodista: Ahora nos encontramos con el jefe de seguridad ciudadana de la comuna, para conversar sobre estos lamentables sucesos a los que los vecinos ya casi deben acostumbrarse…
-Jefe de seguridad: Buenos días en el estudio.
-Locutora: Buenos días. Necesito hacerle esta pregunta ¿No es posible acaso que alguna norme regule a los arquitectos que diseñan estos edificios inseguros? ¿No es posible evitar que usen esos tipos de adornos, jardineras en los balcones y cosas que fomentan que los ladrones trepen por ellos? ¿Cómo es posible? ¿Es que acaso nadie controla a los arquitectos?
Parece irrisorio y francamente delirante. Suena como un chiste ante el cual es legítimo preguntarse también ¿Es que acaso nadie controla a los periodistas?
Pero mi intención no es dar pié a una crítica al ejercicio del periodismo, ni mucho menos a sus ingeniosas interpretaciones. Pero aún cuando la calidad periodística promedio en Chile raya en la insuficiencia, no es tampoco de esperar que se culpe a los arquitectos por los problemas en seguridad ciudadana. Menos aún, advirtiendo que un problema de éste tipo, no tiene su génesis –ni más faltaba- en la eficacia o deficiencia de un arquitecto.
Es entendible una critica arquitectónica a la regularidad y a la falta de originalidad del actual mercado inmobiliario, pero en términos formales un edificio, o una casa, o un puente, o un estadio, jamás ha de ser fomento para la delincuencia, ni en Chile, ni en ninguna parte del mundo.
Ahora bien ¿Dónde están los arquitectos en todo este entuerto?
Si de algo se caracterizan los arquitectos –o debieran caracterizarse- es la capacidad de entender la ciudad, en tanto es un activo campo de relaciones y de flujos cambiantes, en donde a la par con los cambios sociales, políticos y tecnológicos propios de la modernidad, vienen inevitables problemas que, –como la delincuencia- deben ser resueltos. Los arquitectos no son los llamados a combatir la delincuencia, más no por eso deben ser indiferentes ante el tema.
¿Pero hasta qué punto los arquitectos cumplen un rol activo en la sociedad?
Dentro de las personalidades influyentes en nuestro país difícilmente divisamos un arquitecto. Menos aún un líder de opinión. Me sorprendió enterarme hace unos días, que nunca un arquitecto ha sido ministro de vivienda y urbanismo en todos los años que dicha cartera ha existido. Suena de pero gruyo, pero si nunca un médico hubiera sido ministro de salud, o un economista ministro de hacienda, estaríamos –y con razón- advirtiendo del por qué de los problemas en salud o economía.
El rol del arquitecto es esencial, no solo para la configuración de una cuidad como Santiago –o cualquier otra-, sino también como gestor y participe de los principales cambios sociales que mueven al país. Ser protagonista es algo que hace bastante tiempo se les olvidó a los arquitectos y resulta hoy de vital importancia que la ciudad se piense desde y para el hombre. No desde el lucro o la máquina. No desde grandes rascacielos o mega autopistas. Quizás la idea más eficiente para erradicar la delincuencia, o la pobreza, o la mala educación, no la tenga precisamente un arquitecto, pero la comprensión integral que posee de los problemas sociales y los alcances que estos tienen en la ciudad, es incomparable.
octubre 20, 2007
sonic youth. Incinerate*
Replaced it with a grenade blast
Incinerate [4x]
Firefighters hose me down
I don't care I'll burn out anyhow
It's 4 alarm girl nothing to see
Hear the sirens come for me
You dosed my soul with gasoline
You flicked a match into my brain
Incinerate [4x]
The firefighters are so nice
I remember you so cold as ice
Now flames are licking at yr feet
Sirens come to put me out of misery
You wave yr torch into my eyes
Flamethrower lover burning mind
Incinerate [8x]
Sonic Youth, Rather Ripped, 2006
octubre 13, 2007
La temperatura en la que arde el papel
Debo ser sincero. No leí el libro aquel. Por el contrario solo recuerdo la película de Truffaut y el rostro hermoso de Julie Christie.
La historia es sencilla y bastante cruda. Pareciera ridícula y un tanto obstinada, pero cuando la ficción nos habla de instancias de totalitarismo e intransigencia cultural, la sombra de la moralina consevadora se hace presente como una larga y inesquiva resaca dominical. Nuestro país, -en donde resulta casi de mal gusto hablar de una conciencia cultural- sabe de órganos moralizadores, de instituciones sacro-santas, e ideologías onanistas que pretenden saber lo que es bueno que leámos, escuchemos y hagamos.
El acto del quemar y el fuego como símbolo de limpieza, es la pureza idealizada que busca la oficialidad y así como resulta indispensable quemar para limpiar, también es necesario matar para sanar.
Tal como en 1984 de Orwell, en Fahrenheit 451 de Ray bradbury lo crudamente fantásioso, resulta método y ley.
Manuscritos
Max Brod no lo hace.
octubre 12, 2007
0netti
octubre 10, 2007
octubre 04, 2007
Pérgola santa maria
septiembre 29, 2007
septiembre 13, 2007
septiembre 05, 2007
septiembre 02, 2007
bolaño. La pista de hielo*
Por esos días Carmen pensó que estaba grave y tuvo miedo. Miedo de morir sola y desasistida, como decía el recluta. Pero no murió. ¡Entonces conocí todas las alimañas de la administración pública!¡A los chacales y a los buitres!¡Demócratas de toda la vida dispuestos a dejarme morir, sin compadecerse o sonreír siquiera cuando les hacía un chiste o les imitaba a Monserrat Caballé! Nunca confíes en los oficinistas, guapte. Todos los que trabajan en una oficina son unos hijos de puta y están condenados a ser pasados a cuchillo de un modo u otro. Solo una niña me quizo ayudar de verdad: la asistente social, una chica muy bonita y muy enterada, además de los vaivenes de los clásicos. Los clásicos de la ópera, claro.
(...)
___________________________________
BOLAÑO, Roberto, "La pista de hielo", Ed, Seix Barrial, pág.98.
agosto 24, 2007
agosto 07, 2007
De dominación y penumbra
La luz clara, la luz que usa occidente, inútilmente exagerada, brillosa, en extremo límpida y pulcra, hace que se manifiesten en todo su esplendor las figuras y las formas. Pero a diferencia de la sobria actitud lumínica de oriente, estas figuras y estas formas están perfectamente delimitadas, sus contornos son manifiestos, y sus colores perceptibles hasta la médula.
Esta idea que se tiene del uso de la luz en el espacio, es consecuencia de la necesidad que tiene occidente del dominio. Dominar el fuego, para luego dominar a un clan de hombres. Dominar la rueda para luego dominar el movimiento y el transporte. Dominar la luz, para luego dominar el espacio.
Tal como quiere expresar Susan Sontag, la sociedad capitalista –occidente- requiere de una cultura basada en imágenes. Imágenes sonoras, espectaculares y dominantes, cuya luz –como en una novela de Orwell-, se usa para obtener el control total. Es ese mismo afán de dominio el que progresivamente ha ido occidentalizando la idea oriental de belleza.
En esencia Oriente admira la luz indirecta, difusa, opaca. No teme que el sacrificio del trabajo se refleje en manos grasientas y desgastadas. “Mirándolo bien, como los orientales intentamos adaptarnos a los límites que nos son impuestos, siempre nos hemos conformado con nuestra condición presente; no experimentamos, por lo tanto, ninguna repulsión hacia lo oscuro; nos resignamos a ello como a algo inevitable: que la luz es pobre, ¡Pues que lo sea!, es más, nos hundimos con deleite en las tinieblas y les encontramos una belleza muy particular.”[1]
Tal como dice esta frase de Junichiro Tanizaki, la disposición que se tiene en Oriente ante la falta de luz en el espacio, dista mucho ser visto como un problema. Por el contrario es una condición que genera elementos significantes. El misterio que produce el juego de claroscuros, la densidad que hay en la penumbra, la sobriedad de los tonos sombríos, e incluso turbios, es de una profundidad tan sugerente que invita a la humilde reflexión, a la introspección y a la búsqueda de un enriquecimiento espiritual.
Elementos que para occidente no tiene otra intención más que la de ser meros vacíos y carencias, son para oriente piedras angulares de su cultura, en pintura, escultura, teatro, arquitectura, e incluso en su propia gastronomía. Esto, incluso hoy, cuando somos testigos de una de las más tristes dominaciones que se tenga memoria. Oriente, sumido entre el valor de la propia tradición milenaria y la cultura extranjera que intenta amargamente dominarlos.
Aún así, el sentido de belleza para oriente en esencia, como vemos, no está fundado en la espectacularidad de sus imágenes o en la sonoridad de sus declamaciones. El hombre oriental disfruta de las cosas creadas por la naturaleza, sin la necesidad de anteponerse a ella, ni de violentarla, ni mucho menos, dominarla. Es simplemente disfrutar ver cómo duerme una sombra en un templo, cómo un silencio llena todo un tupido bosque, o cómo se dibuja y desdibuja una pausa en medio del caos.
[1] TANIZAKI, Junichiro, “El Elogio de una sombra”, Pág. 71-72, Décima Edición, Octubre 2000, Ediciones Siruela.
agosto 06, 2007
6 de Agosto 1966, Londres
julio 31, 2007
bergman. El Séptimo sello*
Cuando me enteré de la muerte de bergman, se me vino a la cabeza esta escena.
_______________________________________________
BERGMAN, Ingmar, Det Sjunde Inseglet (El séptimo sello), Suecia, 1956.
julio 26, 2007
Peter Zumthor, arquitecto
julio 19, 2007
El Viaje Negro
Cuando puse cuarta ya íbamos saliendo de New Orleans, dejando atrás a todos los coches que en algún momento vimos delante nuestro, tapándonos el horizonte oscuro que teníamos al final del camino, I love this shit I used to said when I was younger, y mi Cadillac iba rápido, tan rápido que ya casi no recuerdo el paisaje, como tampoco recuerdo -o tal vez no quiero recordar- aquellas noches inagotables, perversas, y hasta innombrables, que terminaron en alguna pieza del quinto piso del St. Marie Hotel. Oh Tony, I still remember this song, esta canción es para ti, le dije, con la vista puesta en el Corvette que habría de sobrepasar segundos después, y no pasó más que media hora cuando ya pude detener mi Cadillac a la orilla de la carretera, allí en la cuesta de un monte cuyo nombre no recuerdo, y que solo tengo de él, la imagen, la postal, las nubes anaranjadas en el fondo más remoto. Todo grabado en mi memoria, y ella, sentada en el capó de mi viejo Cadillac, mirando esas mismas nubes anaranjadas en el mismo fondo remoto que yo vi, y entonces se levanta, da pasos tímidos al borde del acantilado, y dice algo sobre la vida o sobre lo difícil que es vivir esta vida, lo cierto es que no le entendí muy bien, y entonces prefiero quedarme en silencio, y esperar a que me diga algo, algo de eso que me iba a hablar, y ella no dice nada, y en el fondo sé qué es lo que me va a decir, pero finjo no saber nada, ni siquiera por que ella luce de esa manera: lúgubre, triste, tenuemente sollozante.
Ahora, ya muerta y enterrada, no me queda más que recordar con no poca amargura, los segundos previos al final, cuando me confesó entre lágrimas lo que de alguna u otra forma no quería oír, y lo siento mi amor, es demasiado para mí, lo sé, también para mí es una locura, I couldn`t stand with this so much time, y te entiendo, en serio, más de lo que crees, oh por dios Tony, eres tan bueno conmigo, oh Rose, sí que lo soy, y te tengo que decir algo Rose, y dime lo que quieras amor mío, me voy, que te vas, me voy y no podrás ir conmigo, pero a dónde es que te vas, y eso ahora no importa, y como que no importa, y da lo mismo Rose, le dije o le grité, ya no recuerdo, y quizás le grité, por que luego vi su rostro y vi como desfallecía, y pensé que ese rostro no podía responder sino que al grito furioso que tuve que haber lanzado segundos antes, y después pensé que ese rostro, ese que desfallecía a mi frente, desfallecía de incertidumbre, de perpleja nostalgia, pero también de tristeza, una tristeza que yo no correspondía, y que justo en ese momento esperaba no sentir, y que finalmente no sentí, incluso mirándola a los ojos, incluso diciéndole que lo sentía hasta más que ella, incluso llorando como lloré, y sintiéndome, quizás en lo más profundo de mi, como un hipócrita como no había visto en años.
Apreté el gatillo, cerré la cajuela de mi viejo cadillac y me dispuse a la búsqueda de un lugar al que el sol no pudiera llegar.
julio 14, 2007
julio 02, 2007
subiela/ benedetti. No te salves*
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SUBIELA, Eliseo, El Lado Oscuro del corazón, Argentina, 127 min, 1992
junio 24, 2007
el teatro reescribe a sus clásicos*
junio 07, 2007
notas previas sobre el exilio
Organización, justicia, y verdad y también patria, y otras tantas palabras y ficciones que nos visten y nos crean como personas en cuanto vivimos como civilizados y nos decimos y nos creemos gente normal. Todas, -cada cual más pretenciosa, pedante y llena de pudores escondidos- focaliza nuestros intereses y determina nuestros deberes en su función.
¿Pero qué sucede cuando este sistema de valores nos es contrario, y a la vez nos quiere fuera de su universo de alcance?
El verse obligado a marchar desde donde ya se han echado raíces, duele. No tanto por lo costoso del viaje mismo, como por las consecuencias que este trae. Sentirse alejado del lugar propio es no sentirse a gusto en el nuevo lugar y mucho más aún, sentir que todo lo que nos rodea en este nuevo lugar no tiene sentido alguno. Es una experiencia y por momentos es un suplicio.
Como vemos, entonces el exilio se constituye a partir de lo personal. A partir de un algo -un algo que se vive y se experimenta en comunidad-, que llamémoslo país, o llamémoslo casa, o simplemente reloj. Ese algo puede pertenecer particularmente a mí, o bien, a un colectivo al que yo pertenezca. Cualquiera sea la opción, se presenta en nuestra individualidad –en mi individualidad- con la posibilidad de generar un grado de identificación y de pertenencia con ese algo. Una posibilidad de necesidad de éste en mi, que –en mayor o menor medida- me determina y me predispone.
Ahora bien, cuando se pierde esto que se tiene, cuando se pierde este algo significante, evidentemente se le recuerda, y con no menos angustia, se le lamenta. Pero, aún cuando por momentos la memoria tiende a ser frágil, este algo que indudablemente se quiere, no se olvida con facilidad.
Entonces se configura el exilio.
El sentido de identificación y el sentido de pertenencia constituyen la nostalgia del exilio. Lo patrio, -lo patrimonial, lo que viene del padre, de la raíz, lo verdaderamente propio- se recuerda desde lejos. Y se recuerda con nostalgia, por que ya pasan a ser ideas que se generan desde y para la memoria, ideas que en algún momento nos fueron inmanentes, y que nos fueron propias, ya que las pudimos disfrutar en su entera actualidad, pero que ahora y por algún motivo ya no lo son. No se disfrutan, ni se viven como tal. Son solo justificadores de la nostalgia.
Son historias personales, narraciones cargadas de emoción, que se reflejan en fotos, diarios de vida, testimonios, pasaportes, pinturas, ropajes manchados en sangre y también manchados en sudor, y también en angustia y sufrimiento.
mayo 28, 2007
salier. Flesh*
"El Imperio lo desvela todo pero no ve nada.
Sus enemigos lo idealizan todo pero no toleran nada.
Para algunos, el orgasmo terrenal de unas putas virtuales.
Para otros, el orgasmo eterno de 70 vírgenes celestiales.
¿Y si todo se redujera a una cuestión de carne?"
__________________________
SALIER, Edouard. 2005
mayo 21, 2007
bertoni. No seas cobarde*
mayo 11, 2007
La tristeza fragmentada
Hermana: ¿Y cuando llega el Andrés?, ¿Le avisaron cierto?
Madre: Tu hermana le avisó por telefono. Además no creo que no se haya enterado, con todo lo que salió en la tele.
Viuda: Debe estar por llegar, no te preocupis.
Hermana: Ya deberia estar acá, ya po. Mal que mal, se trata del Hanz.
Madre: Ya a esta altura con que llegue bien me da lo mismo todo lo demás.
Hermana: Pero si esta re-cerca, po. ¿Cómo se llama donde es que vive?
Viuda: La Unión.
Hermana: Eso, po. Si es puro tomarse un bus y listo. ¿Cuánto demora eso?
Viuda: Poco yo cacho.
Madre: Es que el cabro no tenía ni plata. Le pagan una cagá en la pega.
Hermana: Pero era su hermano, po. Mínimo que se aparezca pronto, po.
Madre: No hablis leseras queris. Si el Andrés no ha llegado, no es por que no quiera venir.
Hermana: No digo eso. Lo que yo digo es que se podría preocupar un poquito más de la cuestión, po. No es ninguna gracia tener que ponerle la cara a los hueones de la tele... A esta altura la Linda ya tiene que tener cuero de chancho.
Viuda: Si ya va a llegar ya.
Madre: Lo que agradezco, es que el Andrés esta trabajando. Se le puede decir cualquier cosa de su trabajo: que le pagan mal, que lo hacen trabajar casi como si fuera un esclavo, que no le pagan la previsión, que casi nunca le pagan las horas extras. Da lo mismo, lo bueno es que esta trabajando, y que es un hombre de bien, un hombre honesto, que se recupero bien, y que ahora esta andando por el buen camino.
Hermana: Si po, si no ahora estaría en la misma que el Hanz.
Viuda: O peor.
Madre: Siempre hay que ser esforzado en lo que hacis, así como mi viejo, siempre, en cualquier cosa. Si vai a limpiar guater, hácelo bien, limpialos bien limpios, si vai a vender helados, entonces véndelos todos, pero siempre bien correcto.
Hermana: Si po, en cambio el hanz no hacía na. Se pasaba todo el día puro macheteando...
Viuda: ...Si no estaba con esos hueones del otro pasaje.
Hermana: Pobre Hanz... Loyola me dijo que había visto cómo dormía en un camión, ahí en la población La cultura, en San Ramón.
Viuda: ¿Cuándo fue eso?
Hermana: Dos o tres días antes... Me contaba que era en uno de los peladeros, que hay por allá, que estaba lleno de pendejos como el Hanz, que se metían de noche, que se escondían en la chatarra, y él ya los tenía cachado, los veía a cada rato, pasaban pidiendo monedas, por que lo único que querían era plata. La pasta los tenía pa la cagá. La mayoría de esos se la pasaban robando, y según él nadie decía nada, por que todos en la villa creían que eran puros pelusones que no le hacían mal a nadie, que se juntaban a pichangear y a tomar chela a las dos de la tarde, pero no po. No era así. Había que ser hueón pa pensar eso.
Viuda: Si esta más que claro, po. Todos esos pendejos habían pasado a la cana alguna vez.
Madre: Cuando me llamaron pa que fuera a buscar al Hanz, cuando lo metieron a la cana allá en San Ramón, casi me morí. En que mierda andai metío, cabro hueón, le dije y me dijo que no, que solo le andaba robando las carteras a las viejas cuicas, que a ellas no le dolía perder un poco de plata, un celular, por que luego iban y se compraban otra cartera y otro celular... si total estaban forras en plata po, me dijo, y da lo mismo eso, le dije, y le dije que con el viejo lo habíamos criado para que fuera una persona buena y me reclamaba, y me decía que le daba lo mismo robar si le robaba a esas viejas de mierda, a esas mismas viejas que tenían a sus cabros chicos en colegios de curas, y que si se enfermaban se iban derechito a sus hospitales gigantes, y que lo tenían todo y no les faltaba nada, por que los hueones tenían plata po, me dijo.
Hermana: Harta razón tenía po.
Madre: Si po... ¿Pero que cosa queriai que le dijeira?... Sí mijito, robe no más y robe harto, pa que saque harta plata y le ayude al papá, que harta falta que le hace... No. Yo no le podía decir eso.
abril 18, 2007
Roser Bru esta sentada en una sala del museo
Tenía todo el segundo piso del museo para exponer sus telas. Tenía también a una veintena de estudiantes –en su mayoría de diseño; los de arquitectura éramos tan solo un par- a su alrededor escuchándola con atención, preguntándole cosas de su vida en España, por que nació española, catalana, y de sus viajes por el mundo, de cómo llegó a Chile, en ese barco de inmigrantes que trajo Neruda, el Winnipeg, y que junto a miles de españoles escapaba de la dictadura franquista. Y entre sus telas hablaba de tantas cosas, de tanta gente, de escritores que se murieron por que los había matado el fascismo, de García Lorca, de Miguel Hernández y de otros tantos que no resistieron. Como Benjamín, que también aparecía en un par de telas, y del cual recordaba, no por que lo hubiera conocido personalmente, sino por que una amiga suya, una amiga de Barcelona, una amiga de infancia, había tenido el placer de conocerlo antes de su muerte.
Había un ventanal opaco que de seguro daba a la calle. Aún así la sala en donde estábamos era blanca. Blanca y luminosa. Tanto o más como la luz desteñida de la calle. Y justo fue en esa misma sala, ya hace muchos años atrás, que a Roser Bru le habían hecho clases, en la antigua academia de bellas artes, con otros tantos conocidos de su misma generación. Era ahí el inicio del recorrido, que más bien era una historia, la historia de un viaje largo que nos hablaba de su tierra querida, de la España en el corazón como escribiera Neruda, y también hablaba de la mujer, de su dolor por aquellos que ya no están, del recuerdo que dejan aquellos que desaparecieron, aquellos que prohibieron.
Ahora ella ya no estaba de alumna, sino que todo lo contrario. Estaba ahí para hablarnos de pintura, del contacto del artista con la tela. Del contacto que ella establecía con la tela. Es un combate, decía, y es el único combate en que resultan vencedores. No sé por que, pero sus pinturas me recordaban las pinturas de José Balmes. Habrán sido los colores, los lugares comunes, por que claro, sus líneas tenían algo de violento, y al igual que las de Balmes, eran líneas fuertes, expresivas, incluso, por momentos, un poco angustiosas. Mucho gris, mucho negro tapando ojos censurados, mucha alusión a la desesperanza de los años posteriores al golpe del 73`; nombres que se repetían y se entremezclaban con el color: rimbaud, benjamín, brecht, barthes, neruda, vallejos, borges, hernández, garcía lorca, kafka.
Le tenía mucho cariño a este país, y quizás por eso aceptó exponer, y tomate el segundo piso entero, le dijo brugnoli, el director del MAC, y no había por qué negarse, y si estaba ahí, con nosotros en alguna forma era por lo significativo que era exponer como maestra, donde alguna vez fue solo una simple alumna. Entonces alguien preguntó algo sobre la muerte, o dijo un comentario sobre la muerte, la muerte y uno de sus cuadros, o tal vez la muerte y todos los cuadros y lo que en algún momento fue una clase ahora era una charla. Muchos hablaron, incluso yo hablé, hasta que ella, más bien tímida, humilde, pequeña de porte, y ante un silencio tan femenino como limpido, dijo que ya estaba vieja, y que ese tema lo veía cada día con mayor importancia, y que quizás por eso mismo estaba aquí. No le daba lo mismo el morir. Tampoco dónde morir. Había creado tantos cuadros, como exposiciones había hecho, había estado en tantos lugares como viajes había vivido, había conocido a tanta gente como historias había pintado.
Pero estaba aquí, al frente de nosotros, por que al final de ese largo viaje, quería morir en Chile.
abril 12, 2007
abril 07, 2007
sobre un texto de popper
Hace una revisión histórica y conceptual de las principales ideas entorno al problema, pasando desde las teorías optimistas -la anamnesis- y pesimistas -la alegoría de la caverna- de Platón, las ideas de sabiduría e ignorancia de Sócrates -la llamada mayéutica-, la pretención cartesiana de un conocimiento absolutamente seguro a través de la duda metódica, la idea de la veracidad de la naturaleza de Bacon, la teoría lingüistica de la representación de Wittgenstein, el empirismo de Hume, entre otros.
Para popper todas son fuentes de conocimiento, siendo ninguna de estas fuentes completamente válida, debido que -para popper- la verdad -esa idea de completa objetividad del conocimiento- está más allá de la autoridad humana y nos es, por consecuencia inalcanzable.
En popper encontramos la idea de que no existe una verdad, si no que lo que más se acerca a ella, en otras palabras hay verdades más verdaderas que otras, siendo ninguna verdad completamente verdadera.
Su planteamiento puede resumirse entonces, en lo que se llama la teoría de la falsación que -a través de lo que él mismo hace llamar como "racionalismo crítico"- acepta una hipotesis cientifica, mientras no exista otra que pueda desmentirla y falsearla. Esto, sumado a una actitud crítica para con estas hipotesis, que nos permita encontrar cada vez más elementos que sean capaces de refutarlas por medio de conjeturas y verificaciones. La idea es poner a prueba a nuestra hipotesis para así acercarnos mayormente a esa idea de verdad, y no caer en planteamientos cientificos dogmáticos. La refutabilidad se convierte así en un criterio de demarcación limítrofe entre los problemas que se pueden considerar dentro del campo de la ciencia y los que no, aquellos que finalmente terminan siendo solo problemas religiosos, metafisicos, o pseudo-científicos.
abril 04, 2007
epistemología y hermenéutica
Richard Rorty, filósofo norteamericano contemporáneo, crea una metáfora del hombre y de cómo el mismo hombre y toda la tradición ha estudiado las ciencias desde sus inicios. Para Rorty la mente humana es un espejo que refleja la realidad, un ojo interior, un espejo de la naturaleza, que desde los griegos se ha esmerado en una búsqueda epistemológica de estructuras que pretende inmutables, y dignas de absoluta verdad. Pero para Rorty –al igual que para kuhn-, tal verdad inmutable y absoluta no existe y la “reconstrucción racional”, fundamento de toda practica científica –la llamada “acumulación” para T. S. Kuhn-, no es más que un mero acopio de contenidos
Introduce también el concepto de conmensurabilidad, pero ¿De qué se habla cuando se habla de algo conmensurable? Lo conmensurable es simplemente lo medible, lo razonable, lo de auténtica cognición, lo epistemológicamente estudiable. Ahora bien, todo aquello que la epistemología no puede hacer conmensurable –aquello que se abandona y que se cataloga de “subjetivo”, lo inconmensurable- es para el campo de la hermenéutica.
La hermenéutica es comprendida entonces como una racionalidad alterna, o más bien complementaria a la racionalidad tradicional de la epistemología.
(...)
Rorty diferencia a su vez, entre discurso normal y anormal. El primero no es otra cosa que lo que Kuhn entiende como ciencia normal, la ciencia y el estudio de la tradición, que precede de criterios establecidos de común acuerdo y que tiene un aporte argumentativo relevante sobre una crítica, una opinión o una interrogante. En cambio, el anormal, se produce cuando dichas convenciones son ignoradas, -tal cual Kuhn se refiere a la ciencia revolucionaria- y podemos hablar de cualquier cosa, desde lo absurdo a lo revolucionariamente intelectual.
La epistemología es entonces, un producto del discurso normal, de la ciencia normal, que entiende el conocimiento cuando atendemos a la par, la justificación social de la creencia, es decir que en un tipo de afirmación en que existe el consenso común de que es verdadera y racional, por parte de una comunidad en su conjunto, es epistemológica.
(...)
Claramente, la investigación objetiva –epistemológica, normal, constructiva- es posible y real, pero no totalmente efectiva debido a que solo nos proporciona una de las muchas formas de describirnos, que no es en ningún caso totalmente descriptiva, ni mucho menos alternativa.
Rorty postula finalmente que hay que abandonar esa antigua concepción tradicionalista –esa que se centra en el análisis epistemológico de las ciencias- y de manera rotunda, abocarnos a la hermenéutica, a la búsqueda de paradigmas, a la revolución científica de la que nos hablaba kuhn y explorar hermeneuticamente en el campo de lo aparentemente irracional.
marzo 29, 2007
apuntes sobre un texto de T.S.Kuhn
1. Del concepto de paradigma
Kuhn introduce el concepto de paradigma. Éste, visto como un descubrimiento de una ley o teoría que revoluciona el campo de las ciencias, a la vez que determina la forma de pensar y actuar de la comunidad científica, durante cierto tiempo, potenciando a su vez nuevos polos de investigación y análisis.
El paradigma rompe con la tradición de la ciencia normal, buscando esencialmente un desarrollo evolutivo de las investigaciones; “El nuevo paradigma implica una definición nueva y más rígida del campo.[1]”
Ahora bien, a la falta de un paradigma, o una razón, o un método para encontrarlo, el desarrollo científico simplemente se limita a lo que se dispone con anterioridad, aun cuando ésta respuesta no sea del todo satisfactoria para la comunidad científica.
2. De la historia de la ciencia
La historiografía de las ciencias ha tenido, sin duda, un papel importante en el desarrollo de las investigaciones y avances en el campo de la ciencia misma, teniendo a su vez –y a diferencia de ese afán enciclopedista que tiene la historiografía clásica- una mayor cautela ante la acumulación de documentos sobre el desarrollo del conocimiento científico, sabiendo de ante mano, que no por mayor que sea el conocimiento acumulado, van a ser mayores las oportunidades de hallar ese apreciado paradigma, sino que, debido al carácter evolutivo de la ciencia, ésta se desarrolla si y solo si los conocimientos de los que se tienen causa son debidamente necesarios para tal estudio; es decir que esa suma de teorías, inventos y métodos acumulados en esos añosos libros de biblioteca, no son importantes más que para las épocas a las que respondieron, y a los estudios que a posteriori sirvieron como fundamentos necesarios.
3. De las revoluciones científicas
Tal cual lo propone Karl Popper con su teoría de la falsación, T. S. Kuhn pretende demostrar en el campo de las ciencias, que los paradigmas generados de las revoluciones científicas necesitan para su validación generalizada, el rechazo de las teorías previamente aceptadas.
Pero ambas concepciones se diferencian en el momento de enfrentarse al problema de la nueva teoría, ya que mientras Popper cree en una sustitución o reemplazo de antiguas tesis mediante la conjetura y refutabilidad de ésta, Kuhn ve que el paradigma, es una reconstrucción de las bases de teorías previas.
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[1] KUHN, Thomas Samuel, La estructura de las revoluciones científicas, pág. 46
marzo 16, 2007
marzo 10, 2007
un asesino que llora
Ese fue el año en que murió Sergio, y que también murió mi hermana. Tenía cáncer, que a esa altura ya era fulminante. Murió en Mayo, de ese mismo año 96`, y la fui a ver al cementerio, y fui con Sergio, y compramos unas flores, unas petunias que me costaron mas barato de lo que pensaba, y se las deje de recuerdo, un recuerdo que ella nunca pudo ver, que quizás algún niño sacó para dejarlas en alguna tumba lejana, o que quizás el viento que sopla por las tardes las voló a otra parte que nadie conoce, o quizás se borraron por que las borro el tiempo, quien sabe. El cáncer avanzó silencioso, tanto que nadie lo supo hasta ese mismo año 96`, hasta meses antes de que partiera, se lo dijo a su madre –a mi madre; a nuestra madre- y claro, ella lo mantuvo en silencio hasta a finales de Marzo del 96`, cuando yo me enteré, y cuando se enteró Sergio, y cuando toda la familia se enteró, y todos quisieron ayudarla, todos quisimos ayudarla, y todos quisieron darle una palabra de aliento, todos creyeron que todo pasaría rápido, pero lo que nadie sabía hasta ese momento era que ninguno de nosotros podía hacerlo –nadie podía ayudarla- ya que su enfermedad –ese sinuoso cáncer- ya la tenía acorralada. Murió como mueren aquellas mujeres que esperan algo más de la vida. Que no tuvieron hijos, por que alguna vez creyeron que eran muy jóvenes para tenerlos, y que cuando ya eran mayores y quisieron tenerlos, por algún motivo que ahora desconozco, no pudieron.
(...)
marzo 04, 2007
de muertos y vivos y vagabundos
marzo 01, 2007
el hombre de la basura [parte dos]
II.
Luis
Después mi abuelo se enfermó de una enfermedad que nunca supe qué era. De ahí que nunca más vi un rompecabeza en mi vida. La verdad era por que mi tía nunca me quiso contar. Lo único que sabía era que era súper grave, que estaba en la posta, que no le quedaba mucho tiempo, que seguro se iba al cielo, y cuando uno es chico, pucha, se cree todas esas cosas, y fue que cuando estaba tenía como 14 años tuve que dejar de ir a la escuela, por que mi tía no ganaba mucho, en realidad no ganaba nada, y ya no podía mantenernos a mí y a mi hermano, entonces tuve que salir a trabajar, y salí a trabajar con mi hermano, íbamos a Lo valledor y después partíamos al Mercado, y había veces en que nos quedábamos ahí en Estacón Central, mirando cómo se paseaban las niñas de los colegios del sector. En ese tiempo a mi tía se le veía harto por ahí, por Estación Central.
Iba a ver a Romualdito. Esa animita que queda en la calle San Borja y a la que todos le piden favores. Nadie sabe bien quién era Romualdito. De hecho ni mi tía lo sabía bien. Se decía que era un hombre que en realidad se llamaba Romualdo, que tenía como 40 años y que tenía tuberculosis, y que acuchillaron unos ladrones que le trataron de robar. Otros dicen que Romualdito en realidad era un niño, y que unos vagabundos del sector lo violaron, como violan a todos los niños chicos. Mi tía creía en Romualdito. No sabía quién era de verdad, pero creía con firmeza en él, y yo que la veía como lloraba, y la veía como rezaba, también creí que de verdad Romualdito existía y que me podía solucionar mis problemas. Romualdito sufrió, y sufrió en el anonimato de la pobreza, sufrió tanto como pudo sufrir Jesús en la mismísima cruz.
Por eso mi tía le rezaba, y por eso todo el mundo le rezaba y le siguen rezando, y su animita se sigue llenando de gente que cree que la santidad no esta vestida de oro, de gente que cree que los grandes palacios no son nada en comparación a lo que se vive en la pequeña calle San Borja, de gente que cree que la verdadera santidad también puede estar en la basura.
febrero 19, 2007
apuntes Ñ
(...)
Qué es, qué no es, y qué debería ser el diseño: ¿Arte, Ciencia u oficio?
El diseño no es un arte por más que muchos de sus productos esten llenos de él. No es de ninguna manera una ciencia, aúnque puede recurrir a instrumentos cientificos. Y solo tiene función social donde el respectivo programa se lo reclame.
El diseño es un oficio.
El diseño no nació como una disciplina sino que como un instrumento de algo más ambicioso: una renovación de los estilos de vida. Tuvo su origen en el cambio social que el mundo industrializado vivió a fines del s. XIX y principios del XX, y como fenómeno estuvo más ligado a la economía que a la expresión creativa y al arte.
Surgió y se desarrolló en momentos de gran avance económico e industrial, de expansión del consumo, producto de la lucha por poner el ámbito de la vida cotidiana en corcondncia con las conquistas materiales de la sociedad industrial. Nace impregnado de ideología, de manifiestos que aspiraban a resolver la nueva articulación de usos, tecnicas productivas, contenidos simbólicos y estéticas. Fue considerado culpable del deterioro estético de los nuevos objetos de la vida cotidiana y la destrucción de la creación artesanal.
Sin embargo a partir de la segunda mitad del s.XX, la actividad productiva de los países avanzados fue incorporando el diseño a su cadena de valor, excediendo en mucho el campo de hábitat propiamente dicho. Al punto que en estos días el diseño trabaja con todo tipo de necesidades y ello implica una gran diversificación cultural, estilística y hasta ética. Pues, son tan fruto del diseño las infraestrusturas de los campamentos de refugiados como los misiles que los han hecho huír.
(...)
Apropósito de lo mismo métase a LNGCh o al burlador o a DSÑO o a donde quiera.
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Ñ, revista de cultura del Clarín, nº 152, 26 de agosto de 2006, pag.40, Bs As, Argentina.
febrero 17, 2007
bukowski. Un modelo
febrero 08, 2007
Soneto cínico
La guerra nuclear ha comenzado
y hay un hombre que no lo lamenta
no hay por que, no toca mi puerta
no sean alaracos él ha gritado
veo cómo muere el gentío
calles llenas de pichi panfletario
muéranse dijo el mandatario
ya no nos importa el pudrerío.
y si el indiferente yo fuera
mudo ante el gas lacrimógeno
en asesino me convertiría
el compromiso aunque me duela
parece solo alucinógeno
y no convence ni a mi tía.
2.
Los intelectuales mientras discuten
despedazan cabezas por la verdad
rompen, cortan, rayan pura necedad
hablan sobre temas que repercuten.
no creo en nada, dijo un cura;
me cago en dios, dijo el loco,
yo en tu puta madre, el sin coco.
yo en cambio amo la dictadura.
ordenada idiotizadamente
no escucho mas que palabrería
y clamo un minuto de silencio
me afecta la bulla de la gente,
ya no creo en la filantropía
y muero en medio del comercio.
3.
El mercado abre ante mis ojos
lo que nunca pensé para venderlo,
ya, qué importa, habrá que tenerlo
enceguezco y sigo mis antojos.
aunque no me ha de ser divertido
ha caído una bomba en casa,
la cogo, la llevo para la plaza
miro, examino su contenido.
he de tirarla a un basurero
por que con ella no quiero quedarme
podría venderla o regalarla
para que mate a un romancero
la doy al verdugo sin indignarme
por favor, no vacile al usarla.
4.
Verso feo, agotador y culposo
aborrecido, anticuado cantante
relamido, fome y mal sonante
criminal resignado y furioso.
mato poesía haciendo versos
la mato con sinuosa reverencia
por dios, ya casi no tengo paciencia
terminaré por rajarme los sesos.
Cae cínico y acribillado
de un tunazo ha caído muerto
Aleluya, la gloria es nuestra
nadie aún se ha arrodillado,
¡no es verdad, solo esta tuerto!
la mentira ha sido impuesta.
5.
Pretendo hallar ese que me dijo
un testamento de puro chanchullo
no oigo mas que un leve murmullo
del que me apuntó como su hijo.
de caminar lento y pensativo,
rezo, canto y toco la guitarra
sin dudar me declaro anti-parra,
asesino sin ser provocativo.
Camino por el campo de batalla
carnicerías corren a destajo
y casi no siento el bombardeo
más heridos que yo, hay donde vaya
esto no me importa un carajo
y sigo, sigo mi vagabundeo
6.
Los vestigios finitos del final
me rompen la cabeza como piojos
lentos, fríos, torpes y algo cojos
arriban a la estación terminal
es entonces que me toman el pulso
y me esclavizan y me perturban
me cortan los ojos en la penumbra
enajenado rompo en discurso
-hijos del maniático jubiloso:
la paz debiera ser como la tele
vendible, populosa, marquetera
consciente del comentario rabioso
clamo por que no se me encarcele
y pido perdón por tanta tontera.
enero 30, 2007
ALAMEDA
Nunca creo en las críticas que hacen los diarios a las películas. Pero esa vez si lo hice y fui al Alameda, creo que fue hace como uno o dos años, un fin de semana, según lo que me acuerdo, a ver una película que tenía las cinco estrellas -de un total de cinco-, es decir debía ser una gran película. Un peliculón. Se llamaba Madame Satá y se trataba de un famoso transformista brasileño de la década de los sesenta que ligaba con cualquiera por un par de billetes.
Recuerdo una señora, vetusta, arrugada, sentada dos o tres filas en diagonal adelante mío, que miraba horrorizada la pantalla. Mucho cuerpo, mucha piel, mucho sudor, mucho gemido, durante mucho rato, y la película que a final de cuentas no era tan buena, yo le habría puesto cuatro estrellitas no más, ya que finalmente era otro cliché brasileño, con la misma miseria, con la misma gente pobre, con los mismo niños descalzos jugando a la pelota en una cancha de tierra tal como en Estación central, Carandirou, Cuidad de Dios o cualquier otra. No digo que sea malo hablar de pobreza, sino que para el caso brasileño esta pobreza -algo asi como la estética de la miseria- satura.
teillier. un hombre solo en una casa sola*
Un hombre solo en una casa sola
No tiene deseos de encender el fuego
No tiene deseos de dormir o estar despierto
Un hombre solo en una casa enferma.
No tiene deseos de encender el fuego
Y no quiere oír más la palabra Futuro
El vaso de vino se ha marchitado como un
magnolio
Y a él no le importa estar dormido o despierto.
La escarcha ha empañado las ventanas
Pero a él solo le importa mirar la pagada
chimenea
Solo le gustaría tener una copa que le contará
una vieja historia
A ese hombre solo en una casa sola.
Una historia como las que oía en su casa natal
Historias que no recuerda como no recuerda que
aún está vivo
Ve sólo una copa vacía y una magnolia marchita
Un hombre solo en una casa enferma.
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*TEILLIER, Jorge, de "El Molino y la Higuera", 1993
enero 27, 2007
N.N.
enero 16, 2007
monólogo
(AVANZA A LA MEZA ADJUNTA Y AGARRA UNAS HOJAS. LAS MIRA CON DESGANO Y LAS LEE.)
(TRATA DE LLORAR. NO PUEDE)
Si me piden que los perdone por todo lo que pasó, pues claro que los puedo perdonar. Pero por favor no me pidan que me olvide, por que olvidar... no se puede olvidar.
(SE APAGA LA LUZ DEL ESCENARIO. SE SIENTE UN DISPARO.)