En una conversación con Pablo Paredes hace un par de meses, me resultó sorpresiva la critica demoledora que le hacía a la cumbia de Chico Trujillo. Eludir la sinceridad radical del folclore desde el artefacto kitsch, neo-burgués, que mira con paternalismo las expresiones de lo popular, hace que el intento de aproximarse a la realidad cumbianchera resulte una falacia, decía*.
Le comenté –coincidencia miserable- que justo el día anterior, en un concierto de Carlos Cabezas en Catedral, había visto a su vocalista revestido de Adidas, con una piscola en la mano, bailando junto a Titae Lindl y todo el establishment cultural ABC1 /C2 que compartían sus caprichos populares, pequeño burgueses y pro- concertacionistas.
Un ejercicio cultural que suponía la participación colectiva de una clase en particular, resulta ahora solo aprovechada por un sector ajeno, que se la apropia y que la modifica con nuevos códigos, y espacios de práctica. Resultaba ser, para Paredes, el problema de la cumbia, un problema de clases. Y ahí estábamos, ante la cumbia que no era cumbia, ante la cumbia entendida como un simulacro de folclore.
Y yo simplemente quería bailar.
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*sorry por el chorizo del primer párrafo, pero en nigun caso es textual, mi memoria no da para tanto.
1 comentario:
Uno de esos días en donde uno elude responsabilidades, atendí un llamado y una invitación a un "carrete" de sillas, conversación y mucho cigarro... dispuesto a irme, no sin antes comprar cigarros, nos retiramos del hogar ke nos acogía y camine con dos chikillas al ciber-motel de merced a comprar cigarros, al pasar por fuera de ese lugar (cuyo nombre lo dice todo) escuchamos platillos, trompetas. bombos y sallas... la conmoción en vivo y gratis gracias a la gracia de una de las acompañantes... al entrar me recibe todo el sabor tropiko-cholo de akella banda, embutido con la creme de la merde... cuando terminaron de tocar, el primer tema ke se lanzaron (envasado) fue uno ke hablaba de la legua y un chico impekablemente vestido junto a su rubia despampanante nos chokaron al son legüino, los imaginé a ellos, así tal kual estaban, mojándose kon agua de grifo abierto a la mala, corriendo para ke no les llegara el barro salpikón de uno ke otro pendejo con patas de barro y hongos de akel fetiche sector de la prensa... "lleve de lo güeno, la legua de lo güeno"... me fui y…
Y también kería bailar...
Lo logré (marcando el pulso con un pie) en la mikro kamino a mi kasa, al son de “La Noche” desde algún celular de un garrero, feliz y asaltante por el triunfo de su ekipo de fútbol.
La kumbia y sus derivados…
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