abril 28, 2008

la discusión eterna

“La despedida que se nos tributó en Odessa casi terminó en una catástrofe. Era durante el periodo en que se estaba gestando uno de los movimientos prerrevolucionarios. La atmósfera se hallaba cargada, y la policía se encontraba alerta. A la salida del teatro, nosotros, es decir todos los artistas del conjunto, nos vimos rodeados por una alegre y ruidosa muchedumbre que en medio de apretones cariñosos e involuntarios a la vez, nos iba llevando a lo largo de las calles por el boulevard costanero. Al final del mismo, un destacamento de policía estaba aguardando la llegada del gentío. A medida que nos acercábamos al mismo, la atmósfera se tornaba más cargada. Podía esperarse que, de un momento al otro, la policía se arrojase sobre la muchedumbre con los rebenques, para dispensarla. Sin embargo, esa ocasión pasó sin golpes ni violencias; la muchedumbre se fue disgregando sola. Al llegar a mi habitación, aún pude oír gritos aislados que llegaban desde la calle. Al parecer, algo había sucedido allí, aunque era imposible verlo por la oscuridad.”


escena cumbre del inmortal "Acorazado Potemkin" de eisenstein.

En junio de 1905 los cosacos del ejército zarista de manera desmedida e inmisericorde protagonizaron una de las matanzas más crueles de las que la historia tenga memoria. Obreros, artesanos, pescadores, mujeres y niños, murieron solo por apoyar la insurrección de los rebeldes marineros del tristemente célebre, Acorazado Potémkin.
Sin embargo, Stanislavski desde la tranquilidad de su pieza lo ignora con desfachatez. Derraman sangre a metros de su puerta y su escueto comentario parece ser el más violento signo de indiferencia. ¿Lo justifica acaso que su condición de artista-intelectual-burgués, más cercano a la experimentación y a la especulación teatral, lo aleje de las grandes discusiones sociales de su época?
Claramente el poder de ingerencia de los actores sociales y agrupaciones de actores sociales en el marco de la acción política concreta, tiende a cero, pero, ¿Hasta qué punto es éticamente admisible el que un actor quiera mantenerse indiferente a la contingencia, más aún, a una acción tan criminal como tal matanza?
Las dejo abiertas como interrogantes, a saber de sentirme incapaz de responderlas con certeza.

STANISLAVSKI, Constantin, "Mi vida en el arte", traducción directa del ruso por N. Coplan, Ed. Diáspora, 1954, Buenos Aires, pág.171.

abril 21, 2008

escena seis: El cabrón

(Aparece Ascanio)

Ascanio: El auto aún no esta listo.
Raúl: Lo supuse...
Ascanio: You know what?... Norman Jáuregui was a terrorist.
Raúl: Norman Jáuregui?
Ascanio: El cabrón del Chevy 500.
Raúl: ¿Terrorista?
Ascanio: Maoísta.
Raúl: ¿Cómo supiste?
Ascanio: Me informaron por radio.
Raúl: Is he dead?
Ascanio: I don’t know.
Raúl: Maoist?
Ascanio: Sendero Luminoso
Raúl: ¿Qué hacía por acá?
Ascanio: Escapaba.

abril 14, 2008

perros

Para inaugurar la sección de chistes del blog, lo que sigue.

Dos perros se encuentran en Moscú; uno está gordo y bien alimentado, el otro flaco y hambriento. El perro hambriento pregunta al otro: "¿Cómo consigue encontrar comida?", y el otro con habilidad zoosemiótica, responde: "¡Es muy fácil! Cada mañana a medio día voy al Instituto Pavlov y me pongo a babear; y, mira por dónde, al instante llega un científico condicionado que hace sonar una campanilla y me trae un plato de sopa"[1].


[1] ECO, Umberto, Tratado de Semiótica General, pág. 41.