diciembre 04, 2006

K.



1.
Hace ya bastante que las caracteristicas propias de un autor -esas particulares e imborrables del inconciente colectivo- hacen de su nombre algo mucho más complejo. Los movimientos vanguardistas de principios del s. XX, con la diseminación de sus preocupaciones, tanto estéticas como conceptuales llenaron de "ismos" nuestro diccionario. Más aún, desde hace ya muchos años, se ha tendido a adjetivizar los nombres de autores, convirtiéndolos de paso en referentes obligados a la hora de hablar de ciertos temas. Es así que hablamos de lo dantesco, de lo sartriano ( e incluso algunos tratan de hablar de lo nerudiano, como si en Neruda hubiese algúna originalidad), tratando de hacer que la descripción a la que nos referimos sea un poco más acabada para así no tener que escatimar en detalles. Es en esa linea que creo que la descripción de lo kafkiano es, entre todas las denominaciones que personalmente he escuchado, una de las más ambiguas.

2.
Las tendencias artisticas, -literarias, visuales y por cierto con una fuerte base filosófica- están delimitadas con anticipación. Es, pues claro, como consecuencia del intento propiamente humano de racionalizar todo lo que encuentre a su paso. Lo barroco está alejado de lo romántico, y lo realista de lo neoclásico. Todos como si fueran expresiones imposibles de amontonar en un mismo estante. Como si el desorden fuera sinónimo de rebeldía e incomprensión. Es justo ahí donde el miedo a tocar a los clásicos termina por sacralizarlos. Dejándolos en altares ecuménicos, imposibles para nosotros los mortales. Kafka, al contrario de lo que se podría pensar, está en la periferia de todo esto. Se le ha clasificado en cuanto estilo se ha enconrado y aún asi es difícil hablar con exactitud de donde se ubica. Esta en un altar, claro, pero al cual llegó por circunstancias bastante distintas. La obra toma valor casi como un referente autobiográfico, en donde los protagonistas de sus distintas historias son uno, muchos, y a la vez el mismo Kafka. Son historias diferentes, es cierto, pero con protagonistas que se encuentran en el mismo estado de perplejidadad que su autor. "Kafka (...) hubiera deseado escribir una obra venturosa y serena, no la uniforme serie de pesadillas que su sinceridad le dictó"[1]

3.
Es dificil, entonces definir con exactitud milimetrica dónde esta Kafka. Puede sonar atrevido, pero luego de hacer un análisis -superficial más bien, nada muy profundo- creo, y lo digo con olímpica desfachatez, que Kafka está entre Beckett y Sartre ¿Qué más ambiguo que eso?... Esta bien, las distinciones que podemos lograra allí son más bien escasas. La perdida del sentido, la perplejidad del hombre frente al mundo, la guerra, la hambruna, la inmisericorde competencia y la sensación de levedad que deja la propia existencia, son comúnes en la cosmovisión de los tres autores. ¿Dónde radica entonces la diferencia entre ellos que hace tan dificil su ubicación?
La diferencia está en el cómo de su expresión.
Mientras el teatro de Beckett, gracias al absurdo, a la carencia de lógica y al humor negro llega a una paradoja en la comprensión del sentido, y mientras Sartre hace lo propio con la angustia y la nausea existencialista llegando a la nada, Kafka detenta con su misterio y su ambigüedad, un lugar intermedio. Por que claro, que gregorio samsa una mañana se despierte convertido en un insecto es demasiado angustioso para ser absurdo y a la vez demasiado absurdo para ser angustioso. Si hay humor negro en Kafka, los sesgos más negros son los protagonistas, y si hay náusea existencial, esta paradojicamente no alcanza para llegar a la nada.

4.
Si nos aventuraramos a clasificar a Kafka con serena liviandad, podriamos decier que lo suyo es más bien existencialista. Pues, claramente tiene rasgos que nos sería imposible negar. Ahora bien, alguien dijo que toda estructuracón tiende al fascismo. Siguendo entonces esta linea teorica tan ambigua podríamos caer en cuenta de que lo importante, kafka, su obra y el valor estético de esta, podría diseminarse en el espacio de lo relativo. ¿Dónde radica entnoces el valor de Kafka, siendo tan ambiguo en su concepción existencialista? La pieza que habita Gregorio Samsa, la indiferenca de su familia, al urgencia mercantilista en la que se presenta el jefe de su trabajo y todas las circunstancias en las que se ve envuelto el protagonista son -como en todas las novelas de Kafka- elementos que contextualizan una atmosfera de misterio, extrañeza y paradoja existencial. "Nadie ha dejado de observar que las obras de Kafka son pesadillas. Lo son hasta por sus pormenores estrafalarios"[2] La ambigüedad de su visión puesta en la obra adquiere un valor en sí mismo, asi como también el extrañamiento de sus personajes, es el extrañamiento de él mismo.

5.
Kafka es raro. Creo que no hay duda en eso. Y digo raro por que me cuesta encontrar un sinónimo tan kafkiano. Parece un juego de palabras -y la verdad es que lo es- pero aún así esconde algo mucho más profundo. El s. XX también fue raro. La obra de Kafka -y su implícita concepción antropológica- fue tremendamente profética. Cayeron bombas, se dividió el mundo, las utopías fueron fusiladas y el hombre quedó solo, recostado en una pieza y convertido en un insecto. Perdieron todos. Solo lo Kafkiano ganó. Paradojicamente, la victoria de lo Kafkiano es, al mismo tiempo la victoria de lo relativo.

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[1] BORGES, Jorge luis, "Prólogo de un prólogo de prólogos" en Obras completas IV, Buenos Aires, 2003, p. 97

[2] BORGES, Jorge Luis "Textos cautivos" en Obras completas IV, Benos Aires, 2003, p. 306

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